Este es un ejercicio interesante para aprender a dominar el barro. Se hace una placa de base y se va añadiendo el barro a modo de churros, y cuidadosamente se va uniendo ayudándonos de una espátula para compactar el barro. En cada vuelta vamos marcando la dirección que creemos adecuada o nos pide la pieza, dejandonos llevar, sin ninguna pretensión ni premeditación. Se trata de dominar esta forma de trabajo. El barro te lleva.
Este ejercicio, además de crear una pieza bella, nos ayuda a entender mejor la tridimensionalidad y una vez terminada, se puede esmaltar la pieza de manera no homogénea.
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